viernes, 5 de mayo de 2017

Descubren un cristal líquido tridimensional con gran potencial para la computación cuántica

Este cristal líquido cuántico tridimensional permite que cambie la orientación y la dirección en la que fluye la corriente eléctrica, lo que resulta muy útil para que se den propiedades cuánticas, caracterizadas por su inestabilidad.


Aprovechar la materia a nivel subatómico para construir computadoras es la obsesión de muchos gigantes tecnológicos, porque estos equipos serán miles de veces más poderosos que los mayores superordenadores de la actualidad. De hecho ya hay fabricantes como IBM que están empezando a comercializarlos, aunque se espera que en unos años la computación cuántica sea mucho más compleja.

Entre otras razones, porque la ciencia no deja de realizar hallazgos que pueden mejorar sus posibilidades. El último de ellos es un cristal líquido cuántico tridimensional, en el que las moléculas y sus electrones no se orientan siguiendo una dirección de flujo, lo que permite cambiar las propiedades magnéticas de la corriente eléctrica.

Para entender mejor este descubrimiento, este grupo de investigadores lo compara en su informe con los cristales líquidos convencionales (presentes en smartphones, relojes o televisores) y con cristales líquidos cuánticos, que se conocen desde hace años.

En los primeros las moléculas fluyen libremente como si fueran un líquido, pero todas están orientadas en la misma dirección, como en un sólido. En los cristales líquidos cuánticos, los electrones de las moléculas se alinean siguiendo direcciones muy determinadas, lo que hace que el material tenga diferentes propiedades magnéticas.

El cristal líquido cuántico tridimensional se diferencia de estos en que las moléculas se organizan siguiendo tres direcciones, lo que hace que la orientación y la dirección en la que fluye la corriente eléctrica cambie completamente sus propiedades magnéticas.

En esta especie de cristal líquido cuántico 3-D los electrones cambian sus propiedades magnéticas dependiendo de si fluyen hacia adelante o hacia atrás sobre un eje dado. Por ejemplo, pueden convertir un mismo objeto en magnético y en no magnético al mismo tiempo, y modificar la intensidad del magnetismo y su orientación.

¿Y qué aplicaciones tiene esto para la computación cuántica? Pues que con este cristal se podrían dar las condiciones apropiadas para generar propiedades cuánticas sin el riesgo de que se destruyan, ya que los materiales usados hasta ahora no garantizaba su estabilidad.

De hecho existe una técnica llamada computación cuántica topológica que emplea un tipo especial de superconductores para que la corriente eléctrica fluya sin pérdidas, en los que podrían emplearse estos cristales líquidos cuánticos tridimensionales.

Fuente:ticbeat

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